[NEWS] La pérdida cultural de Tombuctú

La gran tragedia de toda guerra son, por supuesto, las pérdidas humanas, las familias destrozadas, y todo lo que por desgracia, conllevan las terribles guerras; pero además de esto, una guerra es aún más cruel con la población en donde se desarrollan, siempre supone una pérdida de identidad.

La identidad cultural es algo que los ejércitos llevan atacando desde que comenzaron las guerras, cuando una nación es conquistada, uno de los objetivos primarios es hacer arder sus bibliotecas, sus centros del saber, los lugares que contienen la historia y la identidad cultural del lugar, una forma no sólo de matar personas, también se mata sus antepasados y su herencia.

Los medios de comunicación están centrados estos días en la guerra de Malí, una región que antaño fue un gran imperio, parte de la historia de la humanidad, que hoy se ve sumida en una cruenta guerra, Tombuctú, una de sus ciudades históricas ha sufrido uno de estos atentados contra la herencia cultural.

Con la entrada de las tropas francesas, en colaboración con el ejército de Malí, los yihadistas han sido expulsados de la mítica ciudad, pero se cobraron una grave venganza en su retirada de la ciudad, incendiaron el Instituto Ahmed Babá de Tombuctú.



El centro fue construido con fondos sudafricanos, y su misión es conservar manuscritos, unos 40.000 documentos originales, la cifra de documentos perdidos es aún confusa, aunque por suerte, muchos se salvaron por su traslado cautelar a la ciudad de Bamako.

Entre 10.000 y 15.000 documentos podrían haberse perdido para siempre en este incendio, documentos que narraban la vida en la región incluso antes de la llegada del islam, y que habían sido conservados por familias locales, hasta la construcción de este centro, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.



Las consecuencias de la ocupación de Tombuctú por los extremistas son aún desconocidas, se han derrumbado edificios históricos y destruído obras de arte de todo tipo, en lo que constituye un nuevo crímen contra el patrimonio de toda la humanidad.

Estos hechos, coinciden con el 60 aniversario de una obra que ilustra como ninguna, la dedicación de los que oprimen por asegurarse de que los libros arden, hablamos de "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury, el título viene de la temperatura de combustión del papel.

Quema de libros en Berlín (1933)
Esta obra nos sitúa en el futuro, con una sociedad esclavizada por grandes pantallas, drogas e infames medios de comunicación, donde la función de los bomberos no es apagar fuegos, sino quemar cualquier cosa que siembre la discordia con el régimen, cualquier cosa que haga pensar a la población; los libros están totalmente prohibidos; un clásico de la literatura totalmente recomendable para todos.



Fuente: El País

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